Los especialistas en ofrecer un servicio de ambulancias en Santander, muchas veces se ven obligados a implementar el protocolo de traslado de pacientes. Esta forma de proceder garantiza un desplazamiento de calidad, que no provoque más complicaciones y ayude al enfermo.
Después de que hayas solicitado un servicio de ambulancias en Santander y que el paciente que necesita llegar al hospital se encuentre dentro de la misma, hay varios pasos que debes dar.
Antes de poner en marcha la ambulancia, hay que preparar al paciente para el desplazamiento, de forma que se estabilice su estado y se garantice su seguridad en el trayecto.
Se debe controlar la vía aérea, para asegurar la correcta ventilación pulmonar. También debes asegurar al paciente a la camilla y ésta a la ambulancia, para evitar movimientos durante el traslado.
Ofrece apoyo psicológico, puesto que es una situación difícil para el paciente y, posiblemente, esté asustado o nervioso. Por último, si en la ambulancia va a acompañar al paciente un familiar o conocido, también habrá que asegurarse de que estén bien posicionados, que no sean un impedimento para auxiliar al enfermo y que no puedan sufrir caídas o movimientos bruscos.
Según el tipo de dolencia que presente el paciente, habrá que colocarlo en una posición o en otra para su comodidad y protección. Tumbado boca arriba (o en decúbito supino) es la posición más adecuada para pacientes sin alteraciones neurológicas, circulatorias o respiratorias. Colócalo en posición lateral de seguridad si está inconsciente y semisentado si presenta dificultad respiratoria. Tras esto, se podrá indicar al conductor que comience el traslado hacia el hospital.
Desde Ambulancias Mompia sabemos que no acaba aquí nuestra intervención. Durante el traslado pueden surgir complicaciones y tenemos que estar preparados. Deberemos ir recogiendo los datos sobre el paciente y su evolución a fin de agilizar las cosas más tarde. Consúltanos si deseas más información.